Nuestro deseo sexual despues de dar a luz se transforma. Todo lo que necesitamos es una pareja dispuesta a contenernos y escuchar nuestra alma. Es nuestro turno para recibir. No dejamos de dar, pero ahora nuestro amor se esta canalizando hacia nuestra/o hija/o. Estamos aprendiendo a vivenciar emociones y sensaciones nuevas, sobretodo si es el primer bebé, aparte del tiempo que cada una de nosotras necesite para completar su recuperacion fisica y ADECUAR NUESTRA ATENCION. No hablo de recuperacion del alma porque si el embarazo y el parto se han vivido desde la gratitud, sin medicalizacion y en un entorno familiar favorable, sin ego pero con amor a nosotras mismas, entoces ni el miedo ni la confusion nos han alejado de nuestro espiritu.
lunes, 7 de abril de 2008
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